Abu Mezian, era un mercader que a pesar de tener mucho dinero, nunca se cambiaba de ropa ni de calzado, Como era tan avaro y tacaño, por no gastarse ningún dírham, siempre llevaba la ropa cosida y con agujeros y sus babuchas se las arreglaba él con clavos y petachos. Un día, decide ir al hamman para darse un masaje. Todo va bien hasta que aparece el sultán también a su relajación habitual. Es entonces cuando Abu Mezian coge las babuchas del Sultán, pensando que eran un regalo de su amigo. Ahí es donde comienzan las aventuras de Abu Mezian y sus Babuchas desgraciadas.