Home > Albisteak > De Vitoria, de Túnez y del mundo
«La multiculturalidad es un hecho irreversible», decía Sami Khiari. Hoy lo sigue sosteniendo. Ya hace 33 años que vive en Vitoria y 9 que cambió las alfombras por las chuches. Este tunecino cree que «vamos camino de un mundo donde las únicas fronteras son las del planeta». Y, pese a que asume que el racismo «existe», no le da miedo el auge de los discursos xenófobos que, en su opinión, son «meros intereses partidistas».