Según un estudio elaborado por Ikuspegi-Observatorio Vasco de Inmigración en colaboración Cultumetría, consultora especializada en la medición de impacto y análisis sociales, el dinero dedicado por las administraciones públicas (714.912.000€) es inferior a la aportación económica que hace la población inmigrante a la economía vasca (1.525.292.820€). Esto es, que el dinamismo económico que generó el consumo de la población extranjera en 2018 tuvo un impacto positivo de 810 millones de euros; esto el 2,06% del PIB.