Desde comienzos de año, medio millón de hombres, mujeres y niños han llegado a Europa procedentes de Oriente Próximo y el norte de África. Los países de la Unión Europea debaten acaloradamente la fórmula a adoptar para acoger a algunos de ellos. Una batalla semántica ha venido a confundirse con la lucha política. ¿Cómo llamarlos: “emigrantes”, “refugiados”, “demandantes”?