EL CONSISTORIO DE DONOSTIA RECIBIÓ A LOS EQUIPOS DEL ORFANATO DE MOZAMBIQUE Y DEL CAMPO DE REFUGIADOS DE PALESTINA QUE PARTICIPAN EN LA DONOSTI CUP.
Quedan aún dos jornadas para su clausura, pero la Donosti Cup, el quinto torneo de fútbol base más importante de Europa, tiene ya como claros vencedores la alegría e ilusión que estos días desbordan en Donostia y alrededores el equipo de huérfanos de Mozambique y el conjunto de refugiadas palestinas invitados por la organización. Ambos grupos fueron recibidos ayer en el Ayuntamiento donostiarra por el alcalde, Eneko Goia, y el resto de concejales de la corporación, quienes brindaron una calurosa acogida a estos niños y niñas que llenaron, sobre todo ellas, de cánticos, bailes, palmas y alboroto el salón de plenos del Consistorio de Donostia.
Ataviadas casi todas de negro, algunas de ellas con un hiyab cubriendo sus cabezas y pequeñas banderas pintadas en sus caras, las niñas palestinas, todas de 14 años, se convirtieron en las protagonistas de la recepción, a la que los pequeños mozambiqueños, de 12, no dudaron en sumarse de una forma más tímida debido a su corta edad.
La presencia de ambos equipos en tierras guipuzcoanas fue posible gracias al programa Donosti Cup in the World, que, en palabras de su director, Iñigo Olaizola, pone de manifiesto la “faceta social” de un evento deportivo que este año cumple su 24ª edición con la cifra récord de cerca de 8.000 participantes repartidos en 440 equipos, 20 más que el año pasado, procedentes de 25 países diferentes de los cinco continentes. “Es la mayor satisfacción que proporciona el torneo: poder tener a jóvenes que vienen de realidades tan distintas a la nuestra, a todos los niveles”, añade el responsable de la Donosti Cup.