Desde tiempos inmemorables las migraciones han sido el pan de cada día en muchos países, y a pesar de que existen infinidad de razones para hacerlo, la más importante ha sido la económica, ya sea para buscar nuevas oportunidades laborales o el deseo de encontrar una mejor calidad de vida para uno mismo o para su familia. Sea cual sea la causa, las migraciones han traído un incremento notable en la población guipuzcoana.
Así nació el departamento de Migración y Diversidad de la Diputación, al igual que la iniciativa 'Udalanitz sarea', que busca, junto con los ayuntamientos, reflexionar sobre la forma de gestión de la diversidad y la toma de decisiones en ese ámbito. Fue en este proceso cuando se vieron una serie de lagunas en la comarca del Alto Deba.
De tal forma que el pasado mes de marzo Oihana Irazu primero, y Tamara Pérez después, y Deiene Bidaurreta, comenzaron su trabajo como técnicos en la Mancomunidad para elaborar un protocolo de acogida en el Alto Deba. «Hemos tenido reuniones con todos los ayuntamientos y ahora las tendremos con agentes de diferentes ámbitos, ya que el pueblo, es la zona natural de acogida. En estas reuniones tratamos de sensibilizar y hacer reflexionar sobre el tema de la diversidad cultural, además de impulsar la coordinación y trabajo en equipo entre ayuntamientos y agentes», señala Tamara Pérez. Algo que asegura «hacía mucha falta».