El donostiarra Moad Krim Lahlal fue el primer bebé que vino al mundo en Gipuzkoa este año. Hijo de Hassan y Fadila, inmigrantes marroquíes afincados desde hace cinco años en el barrio de Amara de la capital guipuzcoana, el primer alumbramiento de 2022 en el territorio es un fiel retrato del cambio de tendencia que sufre la natalidad en Euskadi durante los últimos años: el aumento de nacimientos de niños de mujeres de origen extranjero frente a las de nacionalidad española, cuya curva dibuja ya una tendencia completamente descendente.