Los flujos migratorios forman parte de la historia de la humanidad. Con más o menos intensidad estos se han reproducido a lo largo de los años y en casi todos los lugares. La búsqueda de una vida mejor es lo que mueve, esencialmente, a las personas a trasladarse de un lugar a otro. Escapar de la guerra, de las malas condiciones sociales, de desastres naturales o simplemente el ánimo de progresar han sido los impulsos de amplias capas de la humanidad a la hora de moverse de lugar de residencia.