Un estudio sobre los jóvenes de "segunda generación", los que tienen al menos un progenitor de origen extranjero, concluye que la sociedad vasca camina hacia una diversidad en armonía, pero matiza que todavía son poco frecuentes las relaciones entabladas entre estos jóvenes y los de ascendencia autóctona.
Así figura en un informe que ha realizado el Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegi, para estudiar a las llamadas "segundas generaciones", hijos de personas de origen extranjero que o bien han nacido en el Estado o bien han sido reagrupados con cuatro años o menos. Se calcula que un 16% del total de los jóvenes del País Vasco tienen una ascendencia extranjera.