El Gobierno vasco aprobó la semana pasada el proyecto de ley de Lugares, Centros de Culto y Diversidad Religiosa en la Comunidad Autónoma del País Vasco, que regula la apertura y utilización de centros de culto. El objetivo de la norma es garantizar el derecho fundamental a la libertad religiosa. Precisamente, la religión es el aspecto relacionado con los inmigramtes que más reticencias despierta en la sociedad vasca.