Como en un bucle que nadie llega a detener, los refugiados saltan al Mediterráneo. La violencia, en forma de guerra o miseria, les empujan al mar. En sus endebles embarcaciones ignoran si esa ruta les llevará a poder vivir sus vidas o si esa búsqueda de seguridad y una mínima dignidad les arrastrará al fondo del olvido. En las dos últimas décadas, la trágica lista de muertes supera las 35.000 personas. Niños, adultos, mujeres, jóvenes, hombres... todos son víctimas anónimas de una realidad terrible. Hay, incluso, quienes miran para otro lado, les dan la espalda o les niegan asideros a la vida. En el polo opuesto, Médicos Sin Fronteras (MSF) es una de las organizaciones que trata de ayudar. Dentro de su labor, también está la colaboración en el proyecto 'Como si nunca hubieran sido', un poema dibujado con arte pero con crudeza, un cómic que muestra lo que Europa no ve. O no quiere mirar.