Es su momento para adentrarse en el continente europeo y no lo van a dejar pasar. No pueden hacerlo después de la peligrosa y extenuante odisea, de años en algunos casos, emprendida para abandonar África en busca de oportunidades. Euskadi es tierra de paso en ese tránsito hacia Francia, Bélgica, Alemania, los países nórdicos... Y son miles las personas que cada verano saltan a Europa –o intentan hacerlo– obligadas por las circunstancias de sus países: guerras, hambrunas, persecución, etc.
Por ese motivo, instituciones y organizaciones sociales vascas están ultimando el protocolo extraordinario que durante estos próximos meses prestará atención y servicio a esas personas migrantes en tránsito que a buen seguro –y a pesar de la pandemia– recalarán en tierras vascas para tomar aire, contactar con familiares y, en la mayoría de los casos, seguir su periplo. En los próximos días, a las puertas ya del verano, está previsto que se presente públicamente este plan especial coordinado de acción y respuesta.