El lehendakari afirmó que “mientras exista pobreza, nuestro mundo no será un lugar justo en el que vivir”. “No lo será por una sencilla razón: no seremos iguales entre nosotras y nosotros”, subrayó, por lo que aseveró que las instituciones públicas tienen un deber “constante” de reducir la brecha de la desigualdad y seguir avanzando “hacia una sociedad más justa, con una igualdad real y efectiva entre todas las personas”.