El Alto representante para la Alianza de las Civilizaciones de Naciones Unidas, Miguel Ángel Moratinos, trasladó este martes al lehendakari, Iñigo Urkullu, la propuesta para que Euskadi acoja una experiencia piloto de la ONU para la lucha contra el extremismo religioso, que pueda conducir a conductas violentas. Este proyecto se extendería posteriormente «a otros lugares del mundo». No hay muchos más detalles. Ni fechas, ni contenidos. Todo se irá perfilando con el paso del tiempo. Lo poco que se sabe es que se quiere impulsar en el País Vasco.